Cuando JFK recordaba en una comida en Beverly Hills y durante un descanso de la convención del Partido Demócrata, celebrada en julio de 1960 y en la que fue elegido candidato a la Presidencia de los Estados Unidos ¿quien estaba detrás de esa sopa de almejas? o ¿quien era el autor de los fetuccini que vinieron después?... eran por lo visto dos de sus platos favoritos y el cocinero era todo un artista... ademas ¿como podía olvidar aquel menú si, ademas, estaba sentado, al lado de la más célebre estrella de todo el mundo..? El cocinero era Ceferino Carrión, español, santanderino para mas señas y nacionalizado en USA, conocido en todo Hollywood como Jean León, propietario de "La Scala". La estrella era, nada mas y nada menos, que Marilyn Monroe. Es apasionante la vida de Jean León, en ocasiones un tanto novelada por el propio León, que le solía dar un toque de ficción a las simpáticas historias que contaba. Como aquella que solía mencionar mucho donde decía que fue en su famoso restaurante "La Scala", y ante uno de sus deliciosos platos, donde se conocieron JFK y Marilyn Monroe y que además fue Jack Lemmón quien los presentó...
De izquierda a derecha Tony Franciosa, Zsa Zsa Gabor, Barbara Rush, Pete Rugulo y Jean León
Por otro lado de no morir en aquel trágico accidente, James Dean se hubiera convertido en el segundo dueño, junto a León, del mas famoso restaurante de todo Los Angeles.
Fue precisamente idea del actor el nombre y la ubicación del restaurante que para suerte de Jean León, el propio Dean se encargó de promocionar entre sus amistades poco antes de morir. El negocio se hubiera quedado en solo un proyecto si Jean León después de quedarse solo frente al proyecto, no consigue reunir el dinero que necesitaba para terminar las obras necesarias para su apertura. El día de la inauguración del Scala fue toda una fiesta y su cocina no dejó de trabajar ni un solo minuto. Entre sus mesas se podían encontrar celebridades de la talla de Natalie Wood, Zsa Zsa Gabor, Ronald Reagan, Billy Wilder, Orson Wells, Marlon Brando o la mismísima Marilyn Monroe. Su éxito, al margen de tener una espléndida cocína, tuvo mucho que ver también porque estaba bajo el influjo de la memoria y la imagen de James Dean. Cuenta una leyenda urbana, contada y difundida, por supuesto por el fantasioso Jean León, que fue el propio Jean León el que vió por última vez a Marilyn Monroe con vida. Fue una llamada de la actriz pidiendo uno de sus platos favoritos, los famosos fetuccini, y que fue el propio León el que se los acercó a su residencia de Helena Drive. Otra inventiva de Ceferino? No se sabe con exactitud pero lo cierto es que este español, de origen santanderino, y afincado en Hollywood supo hacerse un preciado hueco en el mismísimo Hollywood y codearse con sus mas célebres estrellas.